domingo, 6 de enero de 2008

Cómo alimentarnos durante la jornada laboral


La alimentación del trabajador se encuentra condicionada por una serie de factores, entre los cuales se pueden mencionar: hábitos alimentarios, poder adquisitivo, distancia entre establecimientos de comida y sitio de trabajo, así como el tipo de actividad laboral que se realiza, requerimientos energéticos y nutricionales de la población trabajadora.
Las empresas deben promover una alimentación sana y balanceada, para evitar pérdidas económicas relacionadas con la salud de los empleados y el ausentismo laboral. Pero son los trabajadores los que deben tomar conciencia y defender su derecho a una adecuada nutrición.
La nutrición afecta a la eficacia con que el individuo enfrenta las exigencias físicas y mentales a lo largo del día.


Algunos de los errores alimentarios más comunes en aquellas personas que trabajan varias horas en el día, o durante muchas horas de corrido, son por ejemplo…



1) Concurrir al trabajo sin haber realizado un buen desayuno antes en casa:

Durante la mañana es cuando más trabajo intelectual realizamos, y por ello es necesario alimentar correctamente al cerebro. Este es responsable del consumo de un 20% de la energía que extraemos de los alimentos y su principal fuente energética son los hidratos de carbono (glucosa). Comenzar el día con un buen desayuno, evitará las bajas de glucemia durante la mañana, que se manifiestan generalmente con sensación de falta de energía, dificultad para concentrarse, y cambios de humor. Es muy común que esta situación trate de remediarse mediante el consumo (muchas veces excesivo), de alimentos o bebidas estimulantes como el café , mate, etc.. , que en exceso aumentan el estado de alerta, pero también provocan malabsorción y aumento en la eliminación de nutrientes como el Calcio, Magnesio y Zinc y Vitaminas, junto con algunas alteraciones gastrointestinales.


El consumo habitual de bebidas estimulantes a pesar de que mantienen la mente despierta, no aumentan la concentración ni la memoria. Los jugos de frutas u hortalizas, el agua o las infusiones relajantes son una opción más saludable y nutritiva.
Es por ello importante, no sólo realizar un buen desayuno antes de ir a trabajar, sino también consumir durante la jornada laboral alguna colación a media mañana para mantener los niveles de glucosa en sangre normales, y disminuirá la sensación de ansiedad al llegar a la hora del almuerzo.


2) Saltear el almuerzo durante la jornada laboral y realizar cenas más copiosas al llegar a casa.

Muchas veces, por razones de tiempo, trabajo, lugar, se saltea el almuerzo con la idea de compensar este déficit en la cena. Esto generalmente acarrea un aumento del peso porque genera mayor sensación de ansiedad, y lo más probable será que al llegar a casa, comience primero el picoteo, seguido luego por una cena muy abundante e hipercalórica.
Entonces la mayor cantidad de calorías y nutrientes la estaremos consumiendo por la noche, cuando menor actividad metabólica tendrá nuestro cuerpo.


Lo recomendable, es que durante la jornada laboral, a fin de mantener saludable nuestro cuerpo y mantener en límites normales el peso, realicemos todas las comidas sin saltear ninguna de ellas. Comenzar el día con un buen desayuno, almorzar (si fuera necesario en el trabajo, asegurándonos de contar con un tiempo prudente y un espacio físico apto), y realizar las colaciones que fueran necesarias para evitar pasar más de 3 horas sin comer.
De esta forma llegará a casa mucho más tranquilo, podrá realizar una cena más liviana y así también dormir mucho mejor. Punto clave para comenzar la nueva jornada laboral con más energía y un peso saludable.



En caso de que las comidas sean en restaurantes.

Comer en un restaurante no es incompatible con el hecho de alimentarse bien.
En todos los restaurantes existen posibilidades de elegir un menú adaptado a nuestras necesidades: es suficiente con "saber" y "querer":
• Tome un buen vaso de agua mientras espera el menú.
• Opte por primeros platos ligeros (ensaladas y verduras con mayor frecuencia).
• Prefiera la carne o el pescado de elaboración sencilla (plancha, parrilla, horno) a aquellas preparaciones con salsa. Y solicite amablemente que se añada poca salsa si ésta acompaña al plato o que la sirvan a aparte, para controlar la cantidad.
• Pida que le sustituyan los fritos o las féculas grasas (papas fritas) por una guarnición vegetal (ensaladas sencillas, pimientos, champiñones...).
• Renuncie por costumbre a la pastelería y otros postres dulces para escoger fruta fresca, macedonia de frutas, compotas o postres de leche sencillos.
• De pan, tome la cantidad justa (de una a dos rebanadas, de dos dedos de grosor cada una, es suficiente). Si es integral, mucho mejor.
• En cuanto a la bebida que acompaña a la comida; el agua, es sin duda la elección más saludable.
• Si tiene costumbre de tomar café o infusión después de comer, la puede endulzar con edulcorantes.

En caso de que las comidas sean en el lugar de trabajo.
Primero que nada, se debe disponer de un espacio físico y del tiempo necesario para que la comida se lleve a cabo sin preocupaciones, y de esta manera sea percibido por nosotros QUE HEMOS COMIDO. Si se dispone de una heladerita o refrigerador en el lugar de trabajo, mucho mejor, caso contrario lo ideal sería conseguir una launchera y mantenerla bien fría con algún refrigerante (botellitas de agua congelada).


Algunos alimentos aptos para el traslado y que servirán como colación o tentempiés son: barritas de cereal, frutas, galletitas integrales, sobrecitos de jugos, leche en polvo, infusiones en saquitos, y vasitos con tapa hermética para trasladar ensaladas de frutas, gelatinas, o yogures. En caso de que no sea posible trasladar dichos alimentos, habría que localizar algún lugar de expendio de comidas donde se consigan.


Para la hora del almuerzo lo ideal es conseguir un taper del tamaño lo más parecido posible al del plato, y distribuirlo siempre de tal manera que una mitad esté compuesta por vegetales crudos o cocidos, y la otra mitad con la comida fuerte, que pueden ser carnes, pastas, tartas, cereales y legumbres, o en su lugar un sándwich de pan integral, hecho con una parte de vegetales y otra de queso o jamón, o alguna porción chica de carnes (vacuna, pollo, atún), o huevo duro. Como postre las frutas siguen siendo la opción más rica, práctica, y nutritiva.


Es también importante la buena provisión de líquidos. Se recomienda que siempre en el lugar donde estemos trabajando, dispongamos de un vaso o botellita lleno de agua fresca a mano, esa es una buena manera de asegurar un consumo abundante de líquidos.


Recuerde: evite saltear las comidas. El ambiente de trabajo puede y debe darle a usted el espacio y el tiempo para que realice sus comidas. No es difícil, organícese, tenga lo necesario, planee la noche anterior su menú, y por sobretodo…haga buenas elecciones de alimentos. Es la mejor manera de mantener la salud, y evitar enfermedades como el sobrepeso, la hipertensión o la diabetes.

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